Mamá y Papá eran dulces fantasmas
que dejaron lugar a dos bestias garrosas;
dos bestias garrosas que se empeñaban
en dolerme, en dolerme.
La bestia que ocupaba el lugar de mamá
era pijuda y escamosa;
era pijuda y escamosa,
pero no molestaba en horas pares
La bestia que ocupaba el lugar de papá
era apacible y luminosa;
era apacible y luminosa,
pero en eso consistía su bestialidad.
Porco - Mamá y Papá
martes, 5 de enero de 2010
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